Practica cada día este pequeño/GRAN gesto…

“Cada salida del sol indica un nuevo día, un nuevo amanecer. Dedica unos instantes a impregnarlo de la energía con la que deseas vivir las siguientes horas»

Cada día amanece como una oportunidad de aportar nuestra esencia a este mundo. Queremos que haya un cambio, que la situación cambie y que las personas puedan ser felices. Todos los cambios comienzan dentro de cada uno de nosotros, porque implican que empecemos por ser ese cambio, como decía Gandhi Conviértete en el cambio que deseas ver en el mundo. Si no empezamos por nosotros, difícilmente se generará la masa crítica para que algo ocurra.

La verdad es que no hay que hacer grandes esfuerzos, son los gestos pequeños de cada día los grandes transformadores de masas. Debemos preguntarnos ¿qué puedo hacer yo para contribuir y poner mi granito de arena?

Un pequeño/GRAN gesto que todos podemos hacer cuando nos levantamos cada mañana y que no requiere de nada especial solo la voluntad de querer hacerlo es cuidar nuestro estado interior, eso solo depende de nosotros. te propongo este gesto cada mañana al despertar que aporta una energía maravillosa, que no solo nos ayuda a nosotros, sino a todos los que nos rodean.

¿Os imagináis lo que ocurriría si un número importante de gente hiciera este pequeño/GRAN gesto cada día?

Este pequeño ejercicio o meditación, como queráis llamarlo está extraído de uno de los libros de Daniel Meurois. Es sencillo y lleno de energía positiva y amorosa.

¡Nada mejor para empezar el día!

 

Comienza cada día con el Sol

 

Despierta en la oscuridad de la madrugada y pon tu mano derecha sobre tu corazón respirando profunda y lentamente cuatro veces seguidas.
Poco a poco, en silencio y sin vocalizar, intenta sentir cómo el fuego solar de tu corazón calienta y da energía a la palma de tu mano, siente cómo se transforma en el sol, cómo cada uno de tus dedos puede convertirse en un rayo de luz.
Entonces, suavemente, pronunciarás estas palabras dentro de ti, tantas veces como sientas la necesidad:
«ilumina este mundo… ilumina este mundo…»
No reduzcas estas palabras al nivel de tu propia personalidad. No pertenecen a tu voluntad, sino que reflejarán un campo de energía que pasa a través de ti en cada momento. Deja que te atraviesen…
Finalmente, respira largamente y comienza tu día, haciendo sonreír al sol a través de cada uno de tus gestos, con toda naturalidad, sin tener que demostrar nada.
Los chakras